De repente vuelven esos locos días, donde todos parecen que se acuerdan de ella, es ahí que vuelve a sus viejas andanzas. Casi sin dormir se acomodo su pelo, se pinto los labios con su labial de cereza, tira un beso al espejo haciéndose la linda, se peino un poco, se puso los anteojos de marco negro y sale a la calle.
La máquina del tiempo la espera
Los mundos tiran desde diferentes puntos cardinales y quiere estar en todos lados. Pasado, presente y futuro la reclaman.
Futuro: viajar en tren siempre le resultó melancólico y excitante, rápido y no contaminante, el destino era incierto y gratificante. Pero el futuro no es lo que había que destacar.
Presente: Correr por av. Jujuy hacia la casa de otro compañero. Llegó, preparó, vio actuaciones, editó, cortó e ideo. Pero el presente no es lo que había que destacar.
Fue a su casa y se miro de vuelta en el espejo; se vio más cansada y poco linda, se cambió porque debía viajar ahora hacia el pasado pero cual ?
Podía tomar dos caminos, dos colectivos uno el 88 y adentrarse en melodías profundas de amor que le dieron tantas alegrías pero sola llegando hacia lugares que jamás fueron pisados de vuelta desde que decidió tomar esa decisión, lugares sellados. Por otro lado tomarse el 5 hacia lugares no tan lejanos pero con una carga emocional igual o mayor.
Pasado: Enfiló por Rivadavia instintivamente, se tomó el colectivo de la línea 5 y llegó a la calle Corvalan donde se dio cuenta que tantas veces había ido hacia ese edificio pequeño y jamás había sabido que número de departamento era, si el 1, 2 o 3 total todos pertenecían a la familia ... Antes miró la luna llena y dio aviso a ese futuro lejano. Luego gritó hacia el ventanal llamando al anfitrión del hogar.
Primera sorpresa de la noche, no había sido esperada, empezaron a cenar sin ella, aun incorporándose se sentó y se sintió pérdida, callada sin saber que comentar, a donde dirigirse se sumergió en sus pensamientos, un flashbacks de domingos de fiaca en esa casa, cuando todavía era otra persona ella, otra mujer sin tanto vivido, sin tantas añoranzas ni ambiciones . Afuera parejas que reían con sus anillos de amor que brillaban en sus dedos, tanto como habían resplandecido sus ojos ante ese hombre que se sentaba a una silla suya. Ese brillo ya no estaba más.
Ella tan llena de vida, con tantas cosas que la habían llenado en ese día para contar y sumergiendo en charlas vanas de mujeres que solo esperaban el momento de mudarse con sus maridos, con las refacciones del hogar y demás detalles y ella tan alejada de eso. Tan distante.
Se adentró en su viejo cuarto, su cuarto, y miro la televisión, se dejo apagar por la situación, fue una niña de vuelta, no la mujer que gimió en silencio, que amo en ese lugar. Una nena con ganas de ser mimada y con el hombre que lo había echo; que la había convertido de niña a mujer a su lado, pero ella en otro lugar. Lejos.
Y dormir, a su lado, pero ausentes, sin tocarse, recibiendo sus ronquidos pero no su calor, sin quererlo tampoco. Sin poder conciliar el sueño, al ver lo bizarro de la situación, eran las 4 am y deseaba estar viviendo, no en ese pasado continuo, estancado.
Durmió poco; mal. Con el sol de frente, con un felino que mordía sus tobillos, que le ronroneaba al oído. Se levantó y esa luz que llenaba el comedor era la misma de siempre, tan linda, tan bella, tan esperanzadora, tan cálida pero ese día tenía frío en la casa, nunca le había pasado.
Eran sensaciones nuevas y su cuarto era frío, la calidez de sus amigos no terminaban de llenarla y quería irse. La retuvieron a almorzar y luego si, por fin pudo caminar por los pasillos oscuros, con el gato ese que ronroneaba a su lado. Ella tocando las paredes y bajando los escalones de dos en dos, con su pareja amiga y el hombre que había amado muchos pasos detrás de ella. Y ella que no comprendía su sentimiento. Quiso abrir la puerta pero estaba trabada, se acerco su amiga a abrirla y con una sonrisa cálida le dijo, "en serio, me alegro que vengan, hace mucho que no venían ambos" y ella no supo que decir.
Abrieron la puerta, salió a la calle y sintió aire, sus poros se llenaron de vida y quiso irse lo más rápido posible. No fue ni triste ni alegre y se dio cuenta esa no era la casa de ellos más, no era su cuarto, no era más donde habían dicho que se amaban por primera vez. Era pasado que fue sellado en su corazón.
El pasado, era el cajón donde el todavía tenía remeras y rehúsa llevarse de la casa de su amigo, el dormir en el comedor los dos separados, el desayunar en el cuarto mirando la tele y compararla de alguna que otra manera con Rachel.
El presente eran anillos y compromisos de sus amigos, nuevas mascotas que no la dejaban dormir, nuevos cortes de pelo que amanecían revoltosos, nuevos anteojos que habían sido descubiertos y tantas mañas nuevas.
Y ambas cosas pasado y presente mezclados y ella con la máquina del tiempo a punto de arrancar para llevarla a ese futuro que ella tanto anhela.
Una vez ella escribió: Siempre un placer pasar una velada con vos.
El : Es verdad, cuando estamos en la casa de los gatitos es como si el tiempo no pasara más...
Pero hoy si paso y eso es lo que importa y la máquina del tiempo arranco y la trajo de vuelta al presente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
¿Esa persona de la que hablás era un viejo amor?...
¿Cómo hiciste para dormir a su lado? Bueno igual por lo que leí no pudiste descansar nada... la verdad es que es muy fuerte, no puedo evitar proyectarme en lo que contas...
Creo que además de traerla al presente, la máquina del tiempo, permitió que la niña -más no niña, Mujer- creciera un poco mas...
Abrazo Cherry!
Idas y vueltas acaso? O entendí mal?
A mi tamb me trajo recuerdos dolorosos... mejor no más de esos encuentros!
Un beso grande!
Olivia: Y si pude dormir medio mal por agentes externos(es decir felinos) pero tenía sueño yo. Y si en realidad fue ver esa casa en otro punto de mi vida. Abrazosss
Capi: No fue doloroso, fue shockeante, fue un viaje a otra época pero no anhelandola sino viendo que lejos que estoy de ese lugar y como no lo extraño. Fue esclarecedor y bastante claro sin idas ni vueltas. Un beso grandotote!
Siempre me encanta leerte, lo que me conecto con la lectura y me lleva a lugares vividos por mí... casi igual...
Saludetes
Luna: gracias Luna, muchas gracias =)
Publicar un comentario