Música extraña hay de fondo, me desconcierta este reproductor. No puedo decir nada. Distingo el sonido de un lejano cucu, bajos bien pronunciados y colores donde debería haber notas musicales.
Se balancea de un lado a otro, siente un escalofrío en el cuerpo y una sensación extraña.
Me balanceo de un lado a otro, el viento mueve las copas de los pinos y lo que daría por tirarme sobre el rocío y apagar el calor. Me siento un equilibrista, balanceándome. El frío en los costados y mi cabeza que se incinera.
El cucu parece no dejar de sonar, los colores de aparecer, es un segundo que parecen horas, son horas que parecen segundos. El balanceo es continuo; sin cansancio, sin afloje ni variación. Todo que se mueve, las copas de los pinos, mi pelo, los cuerpos y la música que no acaba jamás.
Me resulta extraño todo. El interprete, ejecutor y yo misma. Busco callarme por una buena vez. Y me doy cuenta de lo bueno que es dejarse llevar por los colores, el viento y el calor.
Arrojarse a un abismo y solo guiarme por el instinto alterado, el aroma del rocío, las flores secas y las endorfinas en el cerebro.
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7 comentarios:
Nada como un golpe de endorfinas para desatar sensaciones... o son las sensaciones desatadas las que provocan las endorfinas(?)
Seguimos con la cruzada "Un novio para Julieta"
Ayudanos =)
hacerse uno con la naturaleza
wow...
Que manera de bailar.
Que lindo volver por acá :)
Beso
Rafa: Creo que un poco de ambas no?
Celeste: primero me tengo que encontrar uno yo =P
¿Lesbiana?: Eso estaría muy bueno.
Pablo: capitan!!! que lindo verlo por aca!
El último párrafo es terrible, esa sensación no tiene parecido... es la libertad del alma.
Besos!
El poder de la música.
Besos =)
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