Siempre vuelvo a vos cuando mi cabeza va a diez mil por hora. Si mi querido blog.
Remember me? hace unos meses comentaba que Rk quería estar solo, entre ese vago intento de cortar nuestra relación volvimos más afianzados... por un tiempo. Finalmente en uno de esos tantos findes largos que hubo a finales de marzo y principios de Abril me dijo: "Quiero que volvamos a ser amigos" y "quiero estar solo" (el nuevo no sos vos, soy yo).
Jamás fuimos amigos respondí, eramos conocidos e inmediatamente empezamos a salir, ¿cómo querés volver a algo que nunca fuimos? y mi intento de ser racional se fue por la borda. Llanto, desilusión, discusiones y cosas muy feas en el medio. Irnos calientes, masticando bronca y sin resolver nada.
Reencontrarnos al otro día y pasear por Caballito de la mano fantanseando como sería nuestra vida en una casa, el tendría una librería y yo mi sección especial con libros rockeros, adoptaríamos hijos morochos con muchos rulitos y pasearíamos en bicicleta los findes. Coger, llorar y despedirnos. Me acompaño a tomarme el colectivo y me dijo: nunca pero nunca olvides que te quiero.
Se había roto nuestra relación.
A los pocos días recibí un llamado, una entrevista de trabajo en un lugar en el que nunca había soñado que podrían entrar, fui esperanzada, le conté a Rk y el estuvo ahí todo el tiempo acompañandome, alentandome y abrazandome en los pasillos del colegio en el que trabajabamos.
El mismo día que tuve la entrevista me llamaron y me dijeron que me tomaban, le conté en el trabajo y le dije no sé si ir, te voy a extrañar. Pero sabía que me iba a ir.
El último día que trabajamos juntos, nos encontramos y viajamos en colectivo, yo iba sentada en su regazo y lo abrazaba, el me hablaba y era tierno. Tan tierno como había sido la última semana de trabajo. Ese viernes a última hora estaba en una reunión donde tenía que rendir las cuentas de lo hecho ante mi coordinadora, de repente apareció Rk gritando cantitos de cancha con Alberto amigo y compañero de los dos, Rk junto a Alberto me agarraron de las extremidades, me tiraron al suelo y vaciaron sobre mi cabeza con una bolsa llena de caramelos y chocolates. Yo me pusé a llorar, porque sabía que no iba a verlos todos los días, lloraba porque me sentía culpable de irme y dejar el proyecto por la mitad, lloraba porque no me daba el alma para festejar mi nuevo y soñado trabajo, lloraba porque lo iba a extrañar y porque jamás me habían despedido de manera tan dulce.
Fue ahí cuando realmente cortamos, porque aunque habíamos dejado de tener sexo, todavía teníamos una relación muy íntima.
Entré a mi nuevo trabajo, de eso van casi dos meses y desde ahi la relación con Rk se fue debilitando cada vez más, hasta que no hubo relación.
Un día hace dos semanas, me envió un mail diciendo que no quería que nos mandaramos más mensajes, mails, ni nada, que no le permitía avanzar a él y creía que a mí tampoco. Yo, nerviosa, ese día tenía una presentación importante en mi nuevo trabajo, escribí lo mejor que pude, tenía que sacarme ese mail de encima, le dije que me molestaba el tono seco, que me dolía la cobardía de esconderse detrás de un mail y que no estaba enojabada, sino triste y que perdón que le pesara eso en la cabeza pero yo estaba realmente triste.
Ahí cortamos el vínculo y realmente empecé a olvidarme de él.
Pero esto seguirá...